El otoño pasado, cuando estaba limpiando la huerta me di cuenta de que había una pequeña planta de pimiento que no había crecido pero que estaba viva. Tenía apenas 20 centímetros de altura y en vez de arrancarla decidí transpantarla a una maceta y tenerla en casa durante el invierno.
El resultado es el que véis en la foto. No solo ha crecido mucho, sino que ya está floreciendo. Por el momento hay siete flores, así que espero impaciente a que lleguen los pimientos.
Pero lo mejor de todo no es que vaya a tener pimientos incluso antes de que empiece a sembrar en el jardín, es que las visitas durante este invierno me preguntaban por la planta tan bonita que tenía en la cocina. ¡Querían saber qué era para comprar una igual!
El resultado es el que véis en la foto. No solo ha crecido mucho, sino que ya está floreciendo. Por el momento hay siete flores, así que espero impaciente a que lleguen los pimientos.
Pero lo mejor de todo no es que vaya a tener pimientos incluso antes de que empiece a sembrar en el jardín, es que las visitas durante este invierno me preguntaban por la planta tan bonita que tenía en la cocina. ¡Querían saber qué era para comprar una igual!
2 comentarios:
Buena idea de guardar la planta...seguro que algun que otro pimiento sale!!!!
Espero que si que salgan pimientos. Ya os contaré el resultado.
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