Aunque sigue haciendo frío (sobre todo por las noches) las yemas de las parras parecían con ganas de salir. Así que me he puesto a podarlas antes de que brotaran.
Como no me fío nada de los rigores del inverno de Nueva Inglaterra, siempre dejo mas ramas de la cuenta. Aunque necesitarían una poda mas es serio, me da miedo que no sobrevivan al invierno las ramas que dejo.
Como no me fío nada de los rigores del inverno de Nueva Inglaterra, siempre dejo mas ramas de la cuenta. Aunque necesitarían una poda mas es serio, me da miedo que no sobrevivan al invierno las ramas que dejo.
1 comentarios:
Para saber la intensidad de la poda debes mirar bien la parra el año anterior. Dependiendo del vigor de la planta, es decir de la fuerza y cantidad de brotes nuevos, de los frutos que dio -o no-, etc, podrás decidir.
Si la planta esta enferma y débil no debes quitarle mucha materia leñosa, es decir, pódala suavemente y poquito, tan solo retirando la madera que no broto el año anterior y las partes mas afectadas.
Si la planta esta sana y vigorosa, puedes practicar una poda intensa. Deja talones con dos o tres nudos por rama, y dale la forma que creas conveniente. Las parras agradecen profundamente una mirada sabia sobre su vigor y una poda en consecuencia. Fijate año tras año como reacciona cada parra a tus tijeras.
Busca el equilibrio. Si podas demasiado una parra vigorosa -es decir no dejas suficientes ojos en los talones- probablemente observarás muchas ramas que no fructifican, los llamados ladrones o chupones. Por el contrario si la podas insuficientemente la uva resultante será chica. Si podas una parra enferma enérgicamente el resultado pude muy bien ser que no resista el invierno.
Alimenta siempre las plantas con compost y mantén la tierra con cubierto y materia orgánica suficiente. Y aprovecha el calor. Dicen que en la Edad Media, con un clima mas cálido, el vino de Gales era excelente!
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